Para responder adecuadamente a las demandas del mercado y de la cambiante fuerza de trabajo, los directivos necesitamos entender la diversidad que existe entre nuestros empleados. Los tiempos en los que aplicábamos una única manera para dirigirlos y gestionarlos a ha pasado a mejor vida para nunca volver. Podemos echarle la culpa a la aparición de Facebook en 2004 o a la masiva difusión de iPhones y Smartphones a partir de 2010, o al boom de las tecnologías en ‘la nube’ en los últimos años, pero no podemos ignorar el hecho de que las empresas –y las personas que las componen- trabajamos de manera completamente distinta a como lo hacíamos en décadas pasadas.
Sólo basta mirar a nuestro alrededor y observar que hay diferentes generaciones en nuestro entorno laboral que consiguen sus resultados profesionales de maneras muy distintas. En algunos casos, sus estilos de trabajo pueden diferir en gran medida con los estilos y métodos de trabajo con los que nosotros -sus jefes- estamos familiarizados. Pero pese a quien le pese, esas nuevas generaciones suponen el Talento que está ayudando a las empresas a tener éxito y a conseguir sus objetivos, así que resulta de vital importancia entender cómo operan estos los empleados de la ‘nueva economía’, no ya por nosotros mismos como sus líderes o gestores, sino por conseguir que colaboren y se integren con otros tipos de trabajadores de la empresa.
Para ello, es prioritario entender las características y valores que les importan a cada una de las distintas generaciones de profesionales presentes en las empresas. Por ejemplo, los trabajadores de la ‘Generación Y’ o Millenials (nacidos a partir de 1980), valoran muchísimo el equilibrio entre la vida profesional y personal y la capacidad de elegir su propia manera de trabajar y conseguir resultados, y entendemos que la próxima generación (los que ya se empiezan a denominar ‘Generación Z’ o ‘Generación 2020’, nacidos a partir de 1992) también lo valorarán, por lo que resulta de vital importancia para las compañías anticiparse a esas necesidades, realizar cambios e invertir adecuadamente en lo que está por venir.
Multinacionales del Fortune 500 y organizaciones en el “Best place to work” identifican una serie de estrategias para gestionar la diversidad de su fuerza de trabajo. Algunas de ellas, son las siguientes:
1. Formar a sus Directivos: la clave de formar a los directivos está en desarrollar su capacidad para valorar el talento y las capacidades complementarias de las distintas generaciones de trabajadores, así como sus diferentes estilos de trabajo, como herramienta para la tolerancia.
2. Facilitar Mentoring a las diferentes generaciones de trabajadores: Las interacción entre las distintas generaciones resulta clave para potenciar y mejorar las relaciones en el entorno profesional. Los trabajadores más jóvenes se beneficiarán de la experiencia, saber hacer y conocimientos de los empleados más veteranos, y éstos (los Baby-Boomers, nacidos en los años 50’s y los Generación X en los 60’s) pueden capacitar a los Millenials al tiempo que beneficiarse de la energía y frescura de los aportes de sus compañeros más jóvenes.
3. Diseñar la formación para que ‘llegue bien’ a las distintas generaciones y estilos de trabajo: hacer cercana la formación para las distintas generaciones introduciendo una amplia variedad de referencias que les resulte cercana y atractiva: desde los manuales, hasta las presentaciones de power point interactivas, pasando por la formación técnica. Plantéate incluir por ejemplo sesiones de presentación o charlas de empleados veteranos a la hora de comer (almuerzos de sándwiches una vez a la semana) para fomentar la integración, el aprendizaje y el intercambio de opiniones con los más jóvenes.
4. Permitir a los trabajadores formar parte del proceso de toma de decisiones: los trabajadores más implicados y proactivos son aquellos que se sienten parte de un proyecto común y que participan en un entorno donde se fomenta el trabajo en equipo y la cooperación. La comunicación abierta y fluida así como el empleo del feedback constructivo son técnicas vitales para el éxito de una organización que permite a los empleados de todas las generaciones tener voz y voto en la medida de sus responsabilidades.
5. Ofrecer puestos de tele-trabajo: Si un empleado ya ha dado pruebas de que es capaz de hacer su trabajo con un mínimo de supervisión, las fórmulas profesionales de tele-trabajo resulta muy atractivas y ventajosas para fomentar diferentes estilos de trabajo. Esta opción de tele-trabajo no sólo resulta atractiva para los jóvenes de la ‘Generación Y’, sino también para los Baby-Boomers cercanos a la jubilación que pueden estar buscando mayor flexibilidad profesional. Invertir en el bienestar de los empleados ha resultado ser sin lugar a dudas la mejor fórmula para desarrollar y retener el mejor talento para la organización.
6. Mantener reuniones eficientes: programar reuniones es muy práctico para organizar la agenda, pero asegúrate que son necesarias. Haz ‘la lista corta’ para que asistan los necesarios e imprescindibles, y asegúrate que no hacer perder el tiempo de tus empleados, especialmente de aquellos que tienen fechas de entrega urgentes o se sienten presionados por las fechas.
7. Reconocer a los empleados: un simple “gracias”, un “enhorabuena” a tiempo o una “palmadita en la espalda” cuando la ocasión lo requiere tiene excelentes resultados a largo plazo para los trabajadores de todas las generaciones, pero son especialmente importantes y necesarios para las nuevas generaciones que necesitan tu feedback. Estos sencillos gestos ayudan a reforzar su productividad y les harán entender que son apreciados y respaldará sus objetivos profesionales futuros dentro de la organización.
8. Ofrecer distintos canales para la comunicación: Además de tener abierta la posibilidad de hablar en persona, por teléfono, por email o a través de la internet de la empresa, ofrece a tus empleados la posibilidad de estar en contacto a través de otros modalidades de comunicación, como Whatsapp o Twitter, que puede ser una manera menos tradicional pero sin duda eficaz para ‘conectar’ con un grupo creciente de colaboradores y entender mejor sus maneras de comunicarse.
¿Convives en tu día a día profesional con una fuerza de trabajo que pertenece a distintas generaciones? ¿Cuáles son tus experiencias? ¿Qué te funciona y qué no te funciona trabajando con ellos? Nos encantaría conocer tu opinión.
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