¡Feliz oportunidad!
Probablemente la fecha ya esté marcada en rojo en nuestras agendas. Comida o cena de Navidad. Nos viene mal. Siempre nos viene mal. Hemos hecho malabares para despejar viajes y reuniones ese día. Nos incomoda. Se nos acumulará el trabajo. El engorroso trámite navideño nos hará perder el día porque no podremos gestionar nada importante. Olvidamos que, precisamente, lo más importante que una empresa ha de gestionar se concentra ese día en un mismo momento: relaciones, reconocimiento, motivación, sentido de pertenencia…
No todas las empresas entienden la importancia de convertir el reconocimiento en festividad. Sí, todavía celebramos. A veces, por inercia y una sola vez al año, lo cual ya debería ser en sí mismo un motivo de preocupación. Pero la celebración no es solo una forma de decir “gracias”, sino una gran oportunidad de motivar a nuestros equipos. Ahí fallamos. Uno de los 9 momentos “flop” descubiertos por el Barómetro de Experiencia de Empleado 2018 (www.barometroex.com) se refiere al reconocimiento o, más bien, a la falta del mismo. Un contundente dato: las 51 empresas que decidieron medirse en el BEX descubrieron un increíble margen de mejora entre la importancia que sus empleados conceden al reconocimiento y cómo las políticas de sus empresas les hacen sentir al respecto: en una escala del 1 al 100, hablamos de un 82 frente a un 42, respectivamente. Increíble ¿verdad?
Por cierto, unas palabras de reconocimiento a un trabajo bien hecho activan en el cerebro el mismo circuito de recompensa que el de una gratificación económica. No es una conjetura, es neurociencia. (David Rock, Your Brain at Work). Quizá aún estemos a tiempo de transformar ese pequeño –e inconfesable- engorro de comida o cena en el principio de una gran oportunidad.
¡Feliz Navidad, feliz oportunidad!
Elena Méndez Díaz-Villabella
Dtora. Red enEvolución
Ver también Experiencia de Empleado
0 comentarios