Cuando leemos la prensa económica cada día podemos ver como empresas de todos los sectores anuncian sus EREs (Expedientes de Regulación de Empleo). Cuando lo que ahora mismo noticia es precisamente lo contrario: “NO DESPEDIR” y mantener puestos de trabajo.
El otro día leía en primera página un titular en el que una empresa muy conocida e implantada en España anunciaba que no iba a hacer despidos y cuando animada por la buena noticia, me adentré en las páginas interiores para leer más… ¡todo era un espejismo!… Explicaban que la empresa no iba a hacer despidos, aunque sí un ERE que afectaba a un 11% de sus empleados…¿¿alguien entiende algo??… o bien la empresa lanzaba la noticia con la esperanza de que nadie pasara de la primera página o el redactor no sabía muy bien de lo que hablaba.
Bueno en fin… más de lo mismo…ERE que ERE.
Los EREs están de moda, estos procedimientos que suponen despidos colectivos o suspensiones temporales de trabajo, han irrumpido con fuerza en el mercado laboral como una fórmula para abaratar costes y adaptarse a los tiempos de crisis.
Si para clasificar las políticas de gestión de personas utilizamos como metáfora el concepto de la división:
Numerador/Denominador= Cociente + Resto
¿Cómo podemos hacer mayor el cociente?… de dos formas muy sencillas: aumentando el numerador o disminuyendo el denominador.
Aumentar el numerador en gestión de personas implica trabajar para aumentar la aportación de las personas al negocio desarrollando políticas de formación, desarrollo, retribuciones alineadas con la productividad, gestión del potencial y el desempeño entre otras. Mientras que disminuir el denominador significa fundamentalmente despidos y contracciones salariales.
Y puestas a elegir las empresas de nuestro país, según muestran los datos económicos y estadísticas son los despidos, mucho más que los reajustes salariales.
No seré yo quien ponga en duda la necesidad de cada empresa para emprender estas medidas porque la situación es realmente difícil, pero también hay que hacer ver a los empleados, que antes se trabaja para encontrar otras fórmulas que puedan salvar la cuenta de resultados y empleos, porque ahora que se habla tanto de la crisis de confianza del mercado, lo que también está en juego es la crisis de confianza de nuestros empleados y de los modelos de gestión de personas: “Importantes en tiempos de bonanza, prescindibles en tiempos de crisis”.
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