Con este sugerente título se publicó el 30.10.2008 en El País un artículo que abordaba casos interesantes de cómo el “intermediario” se está diluyendo del panorama económico.
El contenido del artículo no anuncia la desaparición total de los intermediarios, ni yo tampoco creo que tal hecho se produzca, pongamos en los próximo 10 años, pero lo cierto es que si estamos asistiendo y asistiremos a cambios muy significativos.
Hay sectores en el que la figura del intermediario o bien el formato habitual viene sufriendo drásticas transformaciones. Tenemos pe: discografía, libros, periódicos, agencias de viajes, entidades financieras, TV, cinematografía, fotografía, formación, educación, asesoramiento, arte, y un posible largo etc. que ahora no me viene a la cabeza.
En todos estos sectores están ocurriendo dos cosas muy significativas:
.- La forma de producir el producto final o el servicio ha cambiado. Las TIC de la información han interrumpido de forma “brusca” en el proceso de transformación o fabricación.
.- En todos ellos “el intermediario” se está diluyendo y desdibujando y en algunos casos perdiendo notable fuerza, como ocurre con la industria discográfica y a no tardar mucho pasará con la cinematográfica, las editoriales de periódicos y de libros. En todos estos sectores el “que produce el bien o el servicio” gracias a las TIC tiene mucho más cerca el contacto con el cliente final. Se empieza a no necesitar al distribuidor. Con lo cual se producen efectos interesantes:
– Mayor conocimiento y contacto con el cliente final.
– Abaratamiento de los precios. El alto porcentaje que se lleva el distribuidor (ver en el artículo el desglose del precio un disco y de una cebolla) deja de hacerlo, el autor puede ganar más y el consumidor ve reducido el precio.
Ciertamente las TIC de la información llevan una revolución callada desde hace más o menos 20 años y ahora empiezan a sentirse los efectos de esta revolución en algunos sectores. El tema no para aquí. Todos los sectores y todas las profesiones tarde o temprano se verán afectados.
Una magnífica forma de intentar salir de la crisis aguda que tenemos, al menos en España, es que los empresarios y los directivos empiecen a pensar seriamente en términos de utilización de las TIC para transformar RADICALMENTE sus modelos de negocio, sus formar de organizar las empresas y sus formas de aproximarse al cliente final. Somos uno de los países más atrasados al respecto, solemos ocupar el puesto entre el 27 y el 31.
¿Tengo que seguir acudiendo a comprar las cebollas, los rábanos y la carne? a un sitio que se llama supermercado. Posiblemente no tendría que hacerlo si los productores de estos alimentos y de otros “se pusieran a pensar” de qué forma, mediante las TIC se puede organizar un mercado de venta que deje al margen a los distribuidores o al menos que no deje en las manos de ellos la capacidad de fijar los precios y los márgenes.
Señores empresarios y directivos, pensar en TERMINOS de cómo LAS TIC PUEDEN transformar tu actividad es la única manera de seguir vivo en el siglo XXI.
España y Europa son los únicos países que han bajado su productividad en el periodo 2000 respecto de 2005. Mientras que en USA la productividad subió en ese periodo un 1.02 en Europa descendió en 1.02 y en España el descenso fue del -2.07. En ese mismo periodo la variación de capital TIC en USA fue de +0.35, en Europa de +0.12 y en España de -0.03 (Fuente: Nuevas tecnologías, nuevos mercados de trabajo. Varios autores. Ed. Mundi Prensa 2008).
Bien importante es el esfuerzo que están haciendo algunas empresas por “aprender a gestionar de otra forma a las personas y reconocer el talento” pero se hará muy poco o nada, una vez más dinero y esfuerzo perdido, si “la nueva gestión de personas” se encorseta en modelos antiguos de organización de empresa, en sistemas de dirigir y ver la realidad muy caducos.
Hay que dejar de ver la realidad con ojos antiguos y empezarla a entenderla desde los nuevos factores que dominan y son el eje de la estrategia y la producción y estos no son ni más ni menos que las tecnologías de la información y la propia información.
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