El día 6 de Enero del 2008, una mañana de domingo en la que Vic Gundotra, Vicepresidente de Social Media de Google, estaba en un servicio religioso su móvil empezó a vibrar. Tan discretamente como pudo, chequeo el teléfono y vio que era de un número desconocido, así que decidió ignorar la llamada. Al salir vio que había un mensaje de Steve Jobs: “¿Vic, puedes llamarme a casa? Hay algo muy urgente de lo que tenemos que hablar…”

Cuando Vic le devolvió la llamada muy preocupado, Steve le explicó que tenían un tema urgente que había que solucionar cuanto antes, y que ya había asignado a alguien del equipo de Apple para ponerse a trabajar en el asunto. Steve le dijo que había estado viendo el logo de Google en el iPhone y que estaba muy disgustado con el icono porque la segunda O de Google no tenía la sombra del color amarillo adecuado. “No está bien y voy a hacer que lo solucionen ya ¿te parece bien Vic?”… “desde luego” contesto Vic. Unos minutos más tarde, ese mismo domingo Vic recibió un email de Steve con el asunto: “Ambulancia del Icono Google”. Steve le mandaba el email a Vic y a una persona del equipo de Apple para que solucionaran juntos el importante asunto del icono…

Este testimonio, junto con muchos otros del artículo de Fast Company “La primera vez que me encontré con Steve”  y de la biografía de Water Isaacson, nos revelan a un Steve obsesivo, maniático, perfeccionista, incontrolable, extremo y hasta insufrible… pero también en la otra cara de la moneda, una persona con talento, apasionada por su trabajo, por el detalle, la belleza y el diseño para hacer sencillo lo complejo, y dejar una huella diferente y especial en todo lo que hacía. La mediocridad no era una opción para él. Cualquier detalle era importante.

La anécdota de la sombra segunda O de Google, nos habla de que también los CEOs deberían preocuparse por los detalles, incluso de las sombras del amarillo… incluso en domingo…