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¿Por qué son mudos los sordomudos?

por | Oct 8, 2007 | Coaching | 0 Comentarios

Conocemos la respuesta: un sordomudo es mudo porque es sordo. Al no oír no aprende a desarrollar las demás habilidades necesarias para comunicarse a través de su voz por lo que debe usar otros recursos como sus manos.

Ocurre exactamente lo mismo a la hora de desarrollarnos como profesionales y personas, porque si a la hora de la verdad no sabemos como explotar todos nuestros recursos estamos condenados a “la incomunicación del sordomudo”.

Es importante ser conscientes de esto, porque invertimos mucho tiempo y esfuerzo, ya desde pequeños, en adquirir conocimientos, sacar buenas notas y tener un buen expediente académico, aprender idiomas, cursar carreras con salidas, programas y masters que puedan plasmarse en un cv que nos luzca.

No digo yo que los conocimientos sean poco importantes, pero a veces me encuentro con profesionales que tienden a idolatrarlos en busca de una carrera profesional de éxito bien retribuida y les falta tiempo para aprender y desarrollarse en lo más crítico.

Porque el trabajo no se realiza en el vacío y de forma aislada, sino en un entorno social complejo en el que nos relacionamos con otras personas y en la medida en la que no te conozcas a ti mismo, sepas gestionarte y gestionar a otros, puedes estar viviendo la incomunicación del sordomudo. Trabajar en nuestro desarrollo profesional va más allá del concepto clásico de aprendizaje de conocimientos, implica algo más complejo, conocerse a uno mismo, sus propias fortalezas, las áreas de mejora, saber gestionar las emociones, las propias y las ajenas. Implica desarrollar las habilidades que te ayudan a enfrentarte a tus retos diarios y no a la teoría de los conocimientos.

Decía una conocida academia de inglés que para aprender un idioma la mayoría dedica su empeño al aprendizaje de la teoría gramatical y a ampliar su vocabulario. Piensa que con aprender los verbos irregulares podrá entender a los nativos cuando hablan. Pero poseer unos sólidos conocimientos gramaticales con un oído poco fino no es suficiente para desenvolverte en otro idioma.

En nuestro desarrollo profesional pasa lo mismo, saber mucho pero no tener la habilidad para ponerlo en contexto y saber utilizarlo en un entorno social es como ser la gacela más veloz del mundo, pero sin oído ni olfato, lo que la convierte simplemente en un rico manjar para sus depredadores.

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