El sábado 10 de diciembre asistimos al primer clásico de la presente temporada, Real Madrid FC Barcelona, que acabo con un resultado de 3 a 1. A los pocos segundos de iniciado el partido el Real Madrid se encontró con un gol a favor poco esperado (lo propicio un error de Víctor Valdés en un despeje). El Real Madrid aguantó el tipo los primeros veinte minutos del encuentro, hasta que el FC Barcelona empató, para ir diluyéndose poco a poco y casi desaparecer en la segunda parte.

¿Qué ocurrió? para que se produjera tal hecho, máxime cuando todos los comentaristas reconocían que esta temporada el Real Madrid está mejor que la anterior. A mi entender sencillamente dos errores en los que muy posible incide Mourinho de una forma sistemática.

Primer error. No trabajar  el dominio de las emociones y la autoestima o fortaleza mental. Todos tenemos miedos y fantasmas. La única forma de vencer los miedos y fantasmas es enfrentarse a ellos con dominio de las propias emociones y con fortaleza mental, con un fuerte convencimiento de que tú puedes. Obviamente esos dos aspectos hay que trabajarlos y en este caso ello es obligación del entrenador. ¿Qué pasa si no se trabajan? Pues que en cuanto te encuentras con la dificultad todos los fantasmas te vienen a la cabeza y te hundes. Eso es lo que le pasó al Real Madrid a partir del minuto 20, se fue descomponiendo poco a poco, perdiendo el dominio de sí mismo y viendo el fantasma de siempre, el cual suele salir airoso en la mayoría de las ocasiones, el FC Barcelona.

Qué duda cabe que en el FC Barcelona si se trabaja el dominio de las emociones y la autoestima. Lleva tres años y medio sin descomponerse en ningún partido, superando en ocasiones resultados adversos contra adversarios potentes (caso del Milán o Real Madrid) y creyendo en sí mismo, luchando siempre hasta el último segundo del partido.

Segundo error. La culpa es siempre de otro. En esta ocasión como en otras anteriores aludió a que se debería haber expulsado a Messi. Al menos en los enfrentamiento Madrid Barcelona o viceversa es la escusa preferida de Mourinho. Son  otros factores externos los que le impiden ganar esos partidos.

La ausencia de autocrítica es terrible. Hace que el equipo acabe creyendo que ellos no han tenido ninguna incidencia en la derrota y que la próxima vez las cosas irán mejor. Es obvio que en toda situación en la vida puede haber algún factor externo que nos impida alcanzar la meta, pero hay que estar preparado para ello, máxime cuando se aspiran a alcanzar importantes objetivos en la vida. Es necesario en toda situación adversa reflexionar sobre la parte de causa que uno mismo tiene. Solo así los errores pueden ser una fuente de aprendizaje. Hay que descubrirlos, analizarlos y tratar de no repetirlos. No es buen camino imputar la causa de tu fracaso a otro y máxime cuando quien lo hace es el jefe del equipo. Esto incluso puede llegar a convencer al equipo de que es imposible alcanza la meta, ya que cuando se vuelva a intentar alcanzar el objetivo (en este caso ganar al FC Barcelona) siempre surgirá una variable externa que les impedirá la victoria. El incidir en este segundo error puede llevar a agravar el tema de la autoestima y dominio de las emociones

Me temo mucho que si el señor Mourinho no se pone manos a la obra a trabajar para enmendar los dos errores comentados, el próximo enfrentamiento entre estos equipos acabará de nuevo con victoria del FC Barcelona. Ya se puede tener la mejor técnica del mundo, el mejor conocimiento, pero si se carece de dominio emocional, autoestima y capacidad de autocrítica es muy difícil que los éxitos se logren. Te empequeñecerás ante las grandes dificultades y tus fantasmas se apoderarán de ti.