“Aquel domingo era su cumpleaños. Cumplía 50 años. Carlos Carbonel se despertó y se incorporó en su cama ligeramente. Observó que la débil luz del sol comenzaba a asomar por las ventanas de la gran habitación que compartía con otras personas. Estaba desde hacía 5 meses en un centro de tratamiento psicológico y médico especializado en adicciones. En aquella habitación había unas cuatro personas adictas al tabaco y otras tantas adictas al alcohol. Tres más sentían adicción al sexo, y otras dos eran adictos a la cocaína. Hasta aquí podíamos considerar el centro como normal. Sin embargo, en el Centro Internacional de adicciones, como así se llamaba aquel lugar, había otros apegos enfermizos más extraños, como el que aquejaba al pobre Carlos Carbonel. Era adicto a su iPhone. Era tan adicto que había destrozado su vida y la de su familia. Y ahora estaba en tratamiento voluntario de desintoxicación.”

Así comienza el nuevo cuento motivacional de la serie “Cuentos para adultos que quieren ser felices”.  ¿Qué nos ocurre a los adultos con la adicción a los Smartphones? ¿Acaso es una forma de escapar de nuestra realidad y no afrontarla valientemente? Las nuevas tecnologías pueden ayudarnos muchísimo a vivir mejor, a trabajar más rápido y eficientemente. El problema no es la tecnología, sino la persona, que no sabe cómo debe usarla y provoca efectos devastadores a nivel de comunicación, como por ejemplo, que ya no miramos a los ojos a la persona que nos está hablando.

Si quieres encontrar algunas pistas para resolver estos dilemas humanos, no te pierdas el cuento completo, y también los cuatro primeros de la serie, puedes descargarlos de forma gratuita en la web http://www.execoach.es/portfolio-item/cuentos-cortos/