Un directivo, para ser digno de tal nombre y cargo, en la actualidad y pongamos en los próximos 20 años debe combinar una mezcla de habilidades y experiencias. Debe ser una mezcla entre emprendedor, visionario, motivador y generador de compromiso. Por lo tanto nada que ver con el clásico ordeno y mando.
Podríamos identificar un número elevado de competencias pero dado el complejo y competitivo escenario económico y empresarial, la necesidad de descubrir y retener a los mejores, lo global de la economía y el peso rasante de las tecnologías de la información en los procesos y en la organización, podemos identificar las siguientes competencias críticas del directivo:
- Visionario. Debe de ver más allá del corto y medio plazo. Debe ser capaz de imaginar nuevos escenarios de competencia y actividad empresarial .
- Liderazgo. Debe creer firmemente en su capacidad para fijar metas y comprometer a los otros a que le sigan en la realización de esas metas.
- Gestor del talento. Debe ser capaz de articular mecanismos para que se pueda descubrir en cualquier rincón de la empresa personas con “habilidades en el saber hacer” que aporten valor diferencial a la empresa. Y debe ser capaz de promocionarlas y darles responsabilidades.
- Experiencia internacional. Debe tener y acumular experiencias internacionales. Debe estar por encima de lo local. Esto implica por supuesto dominar al menos un par de idiomas por encima del suyo y tener vivencias residenciales en algún país que no sea el suyo
- Gestor de la diversidad. De razas, culturas y sexos. La empresa cada día se parece más a una pequeña ONU en la que conviven gentes de múltiples ámbitos culturales y raciales y además con la exigencia de igualdad de la mujer.
- Interdisciplina. Experiencia en diversos sectores y formaciones complementarias y diversas. Los conocimientos acumulados es mejor que sean diversos, lo que permite amplitud de miras y visión a la hora de enfrentar problemas complejos.
- Conocimientos funcionales TIC. Sin ser un experto tecnólogo debe tener la suficiente cultura tecnológica como para entender la forma en que su sector de actividad y su empresa se transforma a través de la tecnología de la información
- Resiliencia. Capacidad de resistencia y superación a las adversidades y contratiempos importantes. Debe tener un espíritu de resistencia importante para superar los duros golpes que las crisis económica pueden asestar a su actividad empresarial, reponiéndose a las mismas y ofertas nuevas soluciones creativas, con visión e ilusión.
El paquete de conocimientos y habilidades descritas marcan la pauta de lo que debe ser un directivo en la actualidad. Como vemos las habilidades descritas tienen poco que ver con los conocimientos formales, y si tienen mucho que ver con la fortaleza personal, la seguridad en uno mismo, las experiencias variadas y diversas y sobre todo entender que se mueve en un mundo complejo, sin reglas definidas y que trata con personas, con seres humanos que si se consigue comprometerlos están dispuestos a acompañarle en la apasionante aventura que es hacer empresa.
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