Estando en el mes de Don Juan, y porque precisamente en estos días un candidato durante una entrevista de selección me ha dicho la frasecita, quiero sacar a la luz la fiebre cortoplacista que nos inunda.
Tanto en el Burlador de Sevilla de Tirso como en el Don Juan Tenorio de Zorrilla el “largo me lo fiáis” es un leimotiv que Don Juan repite una y otra vez para despreciar todo lo que no es “el pájaro en mano”,lo que no es tangible y, en el fondo e implícitamente, negar la existencia del futuro.
Y es que el trabajar por el futuro, trabajar a largo plazo supone poner un esfuerzo mantenido, continuado para obtener algo que, en un futuro compensará ese esfuerzo.
Para poder trabajar así por el futuro se necesitan, en mi opinión, dos grandes capacidades que creo que, desgraciadamente, no existen en abundancia en nuestros días: por un lado, visionar clara y ambiciosamente un futuro, tener horizonte atractivo, ir más allá del aquí y ahora y, por otro lado el estar dispuesto a esforzarse por ello sin recompensa inmediata, es decir, estar dispuesto a sacrificarse, sí, si, a sacrificarse. Sacrificarse porque supone renuncias a presentes más confortables y más inmediatos y exige esfuerzos que no tienen la necesidad rabiosa de la inmediatez.
La mayor parte de los planteamientos de nuestros negocios son planteamientos a corto plazo, un plan a tres años es un “largo me lo fiáis”.
A veces porque querer negar inconscientemente la existencia del futuro: “Para entonces, todos calvos”.
A veces por incapacidad para plantearse retos atrayentes y suficientemente ambiciosos más allá de la simple proyección de resultados cuánticos.
A veces (y son las más) porque exige un esfuerzo mantenido en el tiempo, a cuenta de una recompensa que seguramente llegará cuando el que hoy hace el esfuerzo no estará en la posición para disfrutarla.
En nuestras carreras profesionales pasa otro tanto. Nos lamentamos de que hay mucho mercenario, de profesionales que van, cogen el dinero y corren, pero ¿qué hacemos nosotros para fomentar el tipo de profesionales comprometidos, corredores de fondo?
¿Qué hacemos en términos formación a futuro?, ¿qué en términos de ofrecer y “vender” proyectos que no suponen mejoras inmediatas, antes al contrario exigen más dedicación y esfuerzo, pero suponen una experiencia enriquecedora?.
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