Nuestra posición respecto al lunes, el fin de semana, dice mucho de nosotros y de cuál es nuestra actitud hacia el trabajo que desempeñamos. Un 76,8% de los empleados se levanta los lunes por la mañana con «resignación» e indiferencia» a la hora de afrontar sus circunstancias laborales. (http://www.koerentia.com/) ¿Eres tú uno de esos?
Hay personas que llegado el fin de semana, el sábado disfrutan, pero el domingo ya empiezan a amargarse la vida pensado que el día siguiente es lunes, odian el lunes, por el hecho de que odian el trabajo que hacen. La fuerte actitud negativa hacia el trabajo desempeñado condiciona en buena medida el disfrute de los días de descanso entre semana.
El empleado quemado, aquel que tiene un despido interior, está presente de cuerpo en el trabajo, pero no de cabeza y corazón, visiona los fines de semana como una válvula de escape y claro cuando llega el domingo su mente ya le posiciona en el lunes.
Los lunes solo son felices para aquellas personas que se sienten realizadas y comprometidas con su trabajo, que por cierto se estima que en España solo son el 6%. Desean que sea de nuevo lunes ya que vuelven a aquello que más les llena y gusta. Para los otros el lunes es el inicio del calvario de la semana.
Para que el lunes no te sea odioso no tienes más remedio que cambiar tu actitud y dejar de ver el trabajo como el medio que paga las facturas para empezar a ver el trabajo como el medio en el que puedes desarrollar tu potencial y creatividad. ¿Posiblemente tengas que cambiar de trabajo? Sí, con toda seguridad o crear tu propia actividad. Cuando encuentres la actividad que te llena y satisface el lunes habrá dejado de ser ese día odiado para pasar a ser ese día apetecible.
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