Este año hemos compartido la comida de Navidad con un familiar con muchos años, cuya sordera le impedía oír con claridad a las personas sentadas a la mesa.
Esta limitación reducía su capacidad para interactuar y comunicarse de forma fluida.
¿Qué tal anda de oído tu sitio web?
¿Has pensado la cantidad de esfuerzo y dinero que dedican las empresas a conocer gustos, preferencias y deseos de sus clientes, así como la evolución de los mismos?.
Formularios, encuestas de calidad, valoraciones, etc. que realizan periódicamente para poder extraer y analizar información útil relativa a quién es, dónde está, qué le gusta…
Y sin embargo un gran número de empresas tienen webs sordas: sitios web que no tienen ningún mecanismo de interacción con sus visitantes, de forma que éstos no pueden comentar, criticar o alabar las actividades, contenidos, etc.
Pero no creas que se van a quedar con las ganas. Si su opinión es suficientemente intensa, la compartirán en otros lugares (foros, facebook, twitter, etc.), donde tendrás menos oportunidades de participar e influir.
Si añades la capacidad de comentar (comenta, me gusta, +1, tweetea, etc.) los contenidos de tu sitio web, podrás escuchar qué dicen los visitantes y clientes, y podrás conectar con ellos: comentar ideas y opiniones, discrepar y aprender.
Así tendrás la oportunidad de influir en la comunidad que estás construyendo, compartiendo tus planteamientos y opiniones.
Sin embargo, estar dispuesto a “Escuchar”, te exigirá capacidad de aceptar la crítica y de mantener la serenidad.
Estar dispuesto a “Conectar”, te exigirá ser coherente y amable, con una posición flexible pero con criterio, sentido común y paciencia.
Estar dispuesto a “Influir”, te exigirá ser sincero y transparente, con objetivos claros.
¿Por qué no le pones orejas, corazón e inteligencia a tu sitio web?
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