Cuando yo era joven, un estudiante, se utilizaba mucho la palabra vocación. Qué bonita palabra que tiene que ver con la llamada. Qué llamada interior sientes. Por los motivos que fuere el término se ha ido apagando, siendo sustituido por motivación, deseo, impulso, compromiso.etc. Pero no es lo mismo.
La vocación surge desde el interior. Es tú interior el que te llama, el que te empuja a encauzar tu vida hacia una profesión o dedicación. ¿Cuántas personas de las que nos rodean han encauzado su vida en base a la vocación? Creo que muy pocas. Si miramos a nuestro alrededor la inmensa mayoría de los trabajadores están desilusionados y quemados. Ni que decir de los alumnos que tengo en clase. Ni siquiera saben por qué están ahí ni para qué.
La inmensa mayoría de la gente comete dos graves errores al encauzar su vida:
- Solo se fija en lo externo. Busca un trabajo atendiendo solo a factores externos: el salario, la proximidad al hogar, el consejo de papa o mama, la recomendación de un amigo, las posibilidades de promoción. Se olvida totalmente de su llamada interna, de su vocación. Tal vez es que ni la siente. Lo cual es de preocupar.
- Miedo, la negación a todo lo que suponga esfuerzo o desconocido. En mis clases de recursos humanos, en algunos temas invito a mis alumnos a que expresen sus sueños. Muy pocos los tienen y los que los tienen lo primero que alegan para no ir a por ellos es que: eso cuesta mucho, es imposible, no lo puedo lograr, no está a mi alcance. Se dan por derrotados antes de empezar. La gente está acostumbrada a pensar en negativo. No se puede hacer. Ver las dificultades lo primero. Carece de la mínima ilusión para iniciar algo, viendo el lado positivo de las cosas.
Si quieres ser feliz, lograr un desarrollo profesional y personal atrayente, atiende:
- Primero a tu vocación, a tu llamada interna. Búscala. Piensa en las cosas que te hacen feliz, en las cosas que sabes hacer bien, en las cosas que te llenan como persona. Seguro que encuentras por lo menos una. Pues bien esa es tu llamada. Dedícate a ello. Pon lo medios para hacer realidad esa llamada.
- Quítate la negatividad y el miedo de la cabeza. Sueña y hazlo en positivo. Coge tu vocación como un proyecto y apoyándote en la ilusión y el esfuerzo ve hacia su consecución. Llegaran momentos malos y difíciles. Seguramente sí. Pero cuando lleguen ya verás cómo se resuelven. Seguro que no los tienes si no haces nada. Si sigues en tu trabajo que odias o en tus estudios que no soportas.
Para que entiendas mejor lo que quiero comunicarte te aconsejo el visionado de la película “En busca de la felicidad (Gabrielle Muccino: 2006)
Te animo a que reflexiones sobre este post, te animo a soñar y también te animo a que dejes ese trabajo que es un martirio para ti, que no te conduce a nada o esos estudios que has escogido por el hecho de que no sabías que escoger. En definitiva te animo a la rebeldía y a ser valiente. A que hagas de tu vocación en eje de tu vida.
En un mundo globalizado, altamente competitivo y tecnologizado, en el que la persona tiene una enorme libertad individual, solo los que sepan hacer un uso positivo de la misma, siendo valientes en ejercer su vocación, tienen probabilidad de vivir en un contexto de felicidad personal y profesional. El resto me temo que son hojas que se llevará la corriente del río hacia las cloacas del sistema.
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