Acabamos de asistir en el plazo de pocos días, el tiempo que media entre un domingo y un miércoles, a dos victorias sonadas del FC Barcelona. Un equipo que con un plantel de 13/14 jugadores utilizados, de los cuales 6/7 son de la cantera, esta a día de hoy inmerso y vivo en tres competiciones (final de la Copa del Rey, final de la Champions League y líder en la liga).
¿Cómo se consigue esto? ¿Cómo se aguanta tanta presión y desgaste mental? ¿Cómo se hace para que la fatiga física, jugar partidos comprometidos domingo y miércoles, no te pase factura?
Es difícil encontrar explicaciones y recetas para este comportamiento. ¿Qué les ha inculcado el entrenador Pep Guardiola? Hay que tener en cuenta que este mismo equipo (10 de ellos son los mismos) durante los dos años anteriores lo perdió todo.
La única explicación posible esta en el compromiso, la ilusión desbordante en lo que haces y creerte de verdad que puedes. El compromiso con:
* Valores. Lo que representa el FC Barcelona va más allá de lo meramente deportivo, es un sentimiento colectivo que embarga y comprende lo catalán.
* Con una idea y estilo de juego. La posesión del balón, la velocidad del mismo y la triangulación constante, ensanchando constantemente el campo
* Con el esfuerzo, sacrificio y humildad continuada. Ello representa e implica centrar toda tu vida, en el plazo que duran los campeonatos, en lo deportivo. Se acabaron las salidas nocturnas, el abandonar los entrenamientos por compromisos publicitarios.
* Contigo mismo. Una creencia ciega en tus posibilidades y tu capacidad, hasta el último segundo, tal como vimos el miércoles contra el Chelsea.
* Con el equipo. Ciertamente el FC Barcelona tiene una serie de figuras (E´too, Messi, Iniesta, Xavi, Henry) pero por encima de todo el colectivo, el equipo es lo que funciona. Es un engranaje en el que se funciona para los 11 hombres que hay en el terreno de juego.
Este compromiso se ha visto multiplicado y puesto en práctica de una manera acentuada en los dos partidos, contra el Real Madrid (2-6) y el Chelsea (1-1). Si observamos a ambos rivales, Madrid y Chelsea, ambos adolecieron de ese compromiso. Se pusieron a jugar pero les faltaba fe en ellos mismos y un compromiso profundo con lo que estaban haciendo. Así, el Madrid fue desarbolado rápidamente y Chelsea se atrinchero atrás para aguantar su pírrico gol.
En especial al Chelsea le falto confianza, creencia en sí mismo y compromiso con su estilo de juego. Hubiera podido ganar, tal vez con cierta holgura, pero no quiso hacerlo. Renunció a ello. Se conformo con lo poco que consiguió, un gol tempranero e irrepetible, en la primera parte.
¿Podemos sacar lecciones para el mundo de la empresa? Pues claro. La clave está en: compromiso con los valores que la empresa representa, con un estilo directivo participativo, con el esfuerzo y la constancia, lo importante es el equipo, no el directivo o el jefe, y una profunda creencia y fe en las posibilidades de uno mismo.
Bueno esperemos que esta magnífica lección de gestión de empresa que ha sido el FC Barcelona este año se vea coronado al final con el éxito, que no es ni más ni menos que la consecución de los títulos en los que está inmerso a día de hoy. Ello rubricaría una forma determinante y de éxito de dirigir empresas y gestionar personas.
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