Los días 24 y 25 de octubre se celebra en la Universidad Carlos III de Madrid la feria de foroempleo. Un lugar de encuentro entre las empresas que buscan talento y los jóvenes licenciados que se asoman por primera vez al mercado laboral.
Estas iniciativas, impensables hace 10 años, no dejan de sorprenderme, pues reflejan de forma clara los problemas a los que se enfrentan las organizaciones a la hora de reclutar buenos profesionales. Es cierto que los trabajos que se ofrecen a jóvenes licenciados, no son, en muchos casos, todo lo dignos que desearíamos, pero también es cierto, que hay más puestos de trabajo que talento, y que las organizaciones han de resolver este problema de la forma más creativa posible.
La última genialidad creativa, en cuanto a reclutamiento, la encontré hace unos meses en Irlanda, donde estuve pasando unos días de vacaciones. Amante, como soy, de la cerveza y de la noche, me encontraba en un garito (mezcla de bar, pub y discoteca) de Dublín con mi amigo Iván, dispuesto a disfrutar de una Guinnes, cuando me di cuenta de que el posavasos en el que debía reposar mi esperada pinta, me invitaba a mandar mi CV para un programa de entrenamiento que me prepararía para ser Manager de una cadena de supermercados.
Y me parece genial, porque creo que e un ejemplo de creatividad y de pensamiento lateral, se trata de mirar las cosas desde otros puntos de vista.
¿Dónde están los jóvenes? ¡En los bares! Pues allí debemos ir a buscarles. Supongo que eso es lo que pensaría el responsable de Recursos Humanos de Aldi. Ni escuelas de negocios, ni bolsas de trabajo, ni colegios profesionales… Reclutar en bares de copas, como alternativa a la captación de talento habitual. Una idea nueva para un problema conocido, he ahí la genialidad.
Esta claro que las cosas han cambiado, y que lo métodos tradicionales cada vez tendrán menos valor. La creatividad y la innovación marcarán la diferencia en todos los campos, incluido este del reclutamiento.
Me gustaría, eso sí, saber con que perfil se van a encontrar en las entrevistas…Pero me alegro que no rechacen a esos jóvenes resacosos, que saben disfrutar de la vida y de la noche, pero que son capaces de dar lo mejor de si mismos en su puesto de trabajo (eso es conciliación). Y al fin y al cabo, si alguien se acordó de llevarse el posavasos y mandar su CV al día siguiente, sería que aun no estaría demasiado ebrio, y que, en el fondo, se puede contar con él.
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