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Las empresas sin jefes y las escuelas sin profesores

por | Dic 14, 2010 | Area recursos humanos | 0 Comentarios

Las empresas sin jefes y las escuelas sin profesores¿Las empresas sin jefes? Si. Esta es una de las muchas  apasionantes propuestas del libro “The Future of the Work” de Thomas W. Malone. ¡Pero esto es absurdo! No tiene sentido, alguien debe mandar. Falso. Como igual de falso era la visión que la gente tenía a principios del siglo XVIII, no se concebía un mundo sin el poder de Rey. Los mortales se encomendaban al Rey que era el dueño de las vidas y las haciendas.  Pero algo paso en 1776 en las colonias inglesas de América y en 1789 en Francia. Los hechos acontecidos entonces desembocaron en la desaparición del poder absoluto de los reyes y en el advenimiento de los sistemas democráticos. Hoy la mayoría de los mortales no entiende como se podía vivir sometido a un poder absoluto real.

Algo parecido y mucho más fuerte esta ya aconteciendo, en más ha ocurrido ya, de forma silenciosa. La revolución de las tecnologías de la información. Nunca como ahora el ser humano ha tenido la posibilidad de ser libre, responsable y dueño de su destino. Las tecnologías de la información y su capacidad mental le posibilitan hacer todo lo que quiera y sea capaz de emprender.

Claro está que el cambio definitivo no vendrá de las TIC, están son facilitadoras del mismo. El cambio vendrá cuando el ser humano asuma y tome conciencia,  en la actualidad y de ahora en adelante, de su autentico poder actual, gracias a las TIC, y sea capaz de tomar conciencia responsable de su propio futuro y desarrollo. Sólo él es responsable de lo que le pasa y en su mano, en su esfuerzo, está alcanzar todo lo que se proponga. Es enormemente libre y tiene los medios (las TIC) para poder hacerlo. Los sistemas sociales y educativos tienen que tomar conciencia rápida de esto y efectuar las modificaciones oportunas para que desde niño la persona crezca en un entorno de responsabilidad y libertad.

Seguimos concibiendo que en las empresas debe haber un jefe que mande y en las escuelas un profesor que haga lo propio. Hay que desterrar el mandar. ¿Qué legitima al jefe o al profesor para mandar? Pues que alguien le ha dado la autoridad. Sabe más, tiene más información. Falso. Hoy en día cualquier empleado (que tengas de localizar información y aprender) o cualquier alumno a partir de bachillerato (que tenga igual ganas) pueden saber tanto o más que el jefe o el profesor. Esta totalmente caduco que el jefe me tanga que decir lo que tengo que hacer y que el profesor en la tarima recite como papagayo las cosas que puedo encontrar, posiblemente mejoradas en Internet.

En la actualidad el ser humano tiene al alcance de un clic montañas de información y saber. Es cuestión de buscar y convertirlo en conocimiento. Luego hay que transformar urgentemente el papel de los jefes y los profesores. Estos deben pasar a ser coordinadores, impulsores, catalizadores. El jefe debe asumir que es uno más del equipo y que en su mano está ilusionar, impulsar y coordinar para que sus colaboradores pongan en marcha estrategias y objetivos. Y el profesor debe despertar en el alumno la ilusión por conocer y saber y sobre todo le debe ayudar a construir su propio pensamiento y su sentido crítico.

Las empresas que ya han comprendido esto, caso de Google, Microsoft, son empresas líderes con gente comprometida con su trabajo. Cada vez más el poder cambio en las empresas, la capacidad para elaborar estrategias surge desde abajo, no desde arriba. Arriba, en las jefaturas, se deben encargar de crear los espacios de libertad y colaboración para que ello suceda.

Estamos en el siglo XXI en un entorno de enorme libertad para las personas. Las TIC son las facilitadoras de ello. Pero a la vez esto conlleva enormes dosis de exigencia para con las personas. Debes ser capaz de gobernar tu destino, si quieres sobrevivir en esta sociedad de los “individuos”. De nada puede servir tu carrera, tu Master, sino lo enmarcas en un proyecto personal y tienes el coraje, la valentía y el arrojo de ponerlo en marcha. Los cambios a los que silenciosamente estamos asistiendo son enormes, no solo en lo político, económico, social. Sobre todo en la división del trabajo. Una nueva forma radicalmente distinta de la industrial ya está aquí. En esa nueva forma los jefes y profesores al estilo tradicional deben desaparecer o reciclarse muy rápidamente. Son dinosaurios e impiden el crecimiento y desarrollo de la empresa y de la persona.

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