Porque decir que SI, es lo más sencillo. Y sin embargo decir siempre sí a todo nos lleva inevitablemente al fracaso. La gestión del NO implica que nuestra asunción sobre las exigencias y expectativas de los demás nunca deben superar ni nuestra capacidad ni nuestro espacio. La sociedad actual espera que seamos complacientes con nuestros jefes, con nuestro clientes, con nuestros hijos, con nuestros padres, con nuestras parejas … y decir que no, tajantemente que no, está mal mirado. Sin embargo el NO es un arma poderosa de gestión personal.

Lo aprendí en mi primer trabajo dónde, con apenas 22 años, tuve que hacerme cargo del departamento de marketing de una multinacional líder en el sector de los recursos humanos. Aquel departamento prestaba apoyo en materias de lo más diversas a TODOS los consultores de la organización. La carga de trabajo era inmensa y con esa edad y las ganas de cumplir a flor de piel, yo decía siempre sí, sin distinciones.

Al cabo de unos meses los consultores empezaron a trasladar sus quejas al Presidente. Mi departamento no cumplía, llegaba tarde, no entregaba los informes en el tiempo en el que ellos lo solicitaban. Pero aquél Presidente lejos de reprochar mi gestión me invitó a probar a decir que no. Me enseñó que saber gestionar el NO, es la mejor forma de tener éxito cada vez que das un sí. Desde aquella llamada de atención mi departamento empezó automáticamente a cumplir con todo lo que se había comprometido y nuestra imagen cambió radicalmente.  Así de simple.

Y no se trata de decir sencillamente NO, se trata de gestionar nuestro espacio y capacidad, de no sentir culpabilidad por no llegar a todo y a todos, de evitar generar expectativas imposibles de cumplir, de no ser víctimas de nuestra necesidad de complacencia con los demás para ser aceptados. Saber decir NO es sin duda la mejor manera de que cada SI sea un éxito.