Se nos llena la boca desde todas las instancias recomendando que las empresas innoven. ¿Pero se sabe de verdad lo que es Innovación?. Hay dos líneas de innovación. La radical. Siguiendo a Schumpeter, ésta es la introducción de combinaciones nuevas de los factores de producción que pone en práctica el empresario y modifica profundamente el sistema productivo anterior.
Esto lleva consigo la ruptura del estado estacionario y el inicio de un proceso de desarrollo. Estas innovaciones son consideradas como cambios históricos e irreversibles. Esta innovación se hace de espaldas a los clientes.
Diríamos que en España, por la configuración de nuestro tejido empresarial, enormemente débil, -el 97,30% de las empresas no alcanza los 19 empleados, y el 51,27% declara no tener ningún empleado – este tipo de innovación solo está posiblemente al alcance de Telefónica, que invierte (2008) 668 M. de €, le sigue Indra con 166,3 M de €. La primera del mundo es Toyota con 7.610 M de €.
La otra línea de innovación es la innovación continuada. Es la creación de un nuevo valor sustancial para los clientes y la empresa mediante la modificación creativa de una o más zonas del sistema empresarial. Esta innovación se hace contando con clientes y empleados, ellos son las fuentes de información para cambios. Este tipo de innovación supone instalar en la empresa la cultura del “PODEMOS MEJORAR”.
Esta es la línea que a mi juicio deben seguir las Pymes, la de la innovación continuada, la del podemos mejorar. Pero ello no es suficiente con decirlo. Es necesario cambiar la cultura de nuestras empresas, muchas de ellas instaladas en zona de confort y con enorme pasividad.
Para promover una cultura de innovación es necesario atender a los siguientes focos, como paso previo:
- Chequear cual es la cultura dominante en la empresa. Cuáles son las creencias de sus directivos, las ideas y las acciones. Si son tradicionales, oscuras, poco emprendedoras, con recelos y resistencias será necesario cambiarlas. ¿Cómo? Posiblemente será bueno que asista a clases, a una nueva formación, a recibir una nueva visión de la realidad.
- Preguntarse si hay algún líder en la empresa. Hay alguna persona que asuma riesgos, que tenga empuje, que crea de verdad en eso de ¡podemos mejorar! Si no existe deberá contratarlo
- Qué estilo directivo se práctica. El del miedo y el del jefe tóxico. O por el contrario se fomenta la participación, la iniciativa, el no miedo al error. Si impera lo primero despida a sus directivos y contrate los que mantienen el segundo estilo
- forma de organización. Cómo es la división del trabajo. Cicatera, rácana, con tareas rutinarias, sin iniciativa ni compromiso. Cámbielas por actividades amplias, con iniciativa, compromiso. Así verá como su personal se implica.
En fin la innovación, la continuada, en la que creo yo para las Pymes, tiene mucho que ver con el clima empresarial y con el empuje que tienen los directivos en los nuevo, en salir de la rutina. En hacer propuestas de mejora par sus clientes.
¡Ah! l innovación en la empresa no es solo un tema de I+D+i o de TIC como nos quieren hacer creer. Ello ayuda enormemente, pero no los todo. Hay innovaciones que no necesitan de ello.
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