A veces, para ser más elocuente y crear un “shock” intelectual en nuestros lectores, es conveniente contraponer conceptos que hagan más patente el contenido y las diferencias entre unos y otros.
En nuestra organización (rh directivos) estamos convencidos de que la diferencia entre organizaciones, y por ende las ventajas competitivas de unas frente a otras, vienen marcadas por las personas: sus estilos y sus competencias.
Y los estilos y competencias que se requieren hoy de nuestros directivos son distintos a los que se requerían ayer.
Transcribo dos textos que hacemos llegar a nuestros clientes y que explicitan estos convencimientos:
Generando ventajas competitivas a través de las personas, a través de nuevos estilos:
De: El que más sabe.
A: El que facilita el aprendizaje de otros.
De: El más duro.
A: El que más recursos emocionales pone en práctica.
De: El que más hace.
A: El que más motiva para que otros Hagan.
De: El que más exige.
A: El que involucra a los demás.
De: El que más manda.
A: El que sabe delegar.
De: El que controla.
A: El que hace a su gente propietarios y protagonistas de sus objetivos.
De: El gran personaje.
A: El que sabe trabajar en equipo.
De: El que más da.
A: El que sabe obtener lo mejor de los demás.
Y las nuevas capacidades requeridas:
Inteligencia Emocional vs Inteligencia Racional.
Carisma y Liderazgo vs Autoridad.
Visión Global e Integrada vs Especialidad Aislada.
Animador vs Impositor.
Universalidad vs Localista.
Estratega vs Táctico.
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