En el mundo online el peso de tu alma no se mide en gramos. Prueba a buscar tu nombre en google y verás cuanto pesas en la red.

Observa el número de resultados en la cabecera, que enlaces te referencian y en que orden: tu empresa, facebook, twitter, linkedIn, periódicos, editoriales, 123people, etc.

La importancia de los sitios donde apareces y el orden de aparición tiene su valor, reflejan aquellas actividades destacadas por google y así observadas por los navegantes.
Seguro que aparecen algunas actividades que preferirías fueran sustituidas por otras más interesantes, que ocupan la segunda página…

Los socialmedia están ganando la batalla de la atención a los medios de comunicación tradicionales y aunque no podemos domesticarlos y conseguir que se comporten como queremos, sí podemos sacar provecho de las oportunidades que ofrecen e intentar, al mismo tiempo, evitar sus amenazas.

Te propongo:
1. Identificar objetivos: ¿qué quiero conseguir?, ¿cómo quiero ser visto en la red?
2. Definir un plan de acción, que debería identificar personas, medios, empresas en los que se desea influir, el tipo de mensaje a trasladar (adaptado a la red), canales a utilizar, periodicidad, seguimiento, la respuesta ante efectos no esperados (p.e.: críticas, «habladurías» en la red), etc.
3. Ejecutar el plan, disponiendo de información de seguimiento

Cuando inicies este camino hacia las entrañas sociales de la red, te sorprenderá descubrir que algunos de tus competidores ya lo emprendieron, y están creando su huella en internet, ganando posiciones y relevancia.

Y ahora, no me digas que tu alma sólo pesa 21 gramos …