Ayer leí en un reportaje, con gran perplejidad, las condiciones en que trabajan 400.000 personas en la megafábrica china de tecnología de Foxconn. Están prácticamente prisioneros de la empresa, cuyo lema es «El beneficio de la empresa es más importante que el beneficio del trabajador». Además, trabajan 16 horas al día, y duermen en el complejo de la fábrica, que tiene todo lo necesario para que no escapen: rejas, una muralla que rodea el enorme recinto, policía, hospital, edificio donde dormir…
Las personas que entran en Foxconn para trabajar fabrican productos de alta tecnología para marcas como Apple, Nokia o Dell. Prácticamente lo único que hacen en la vida es trabajar, por sólo 100 euros al mes, lo que no les da para mantener una vida digna, ni para enviar dinero a su familia. Esto provoca numerosos y graves problemas psicológicos en las personas que están trabajando allí.
Esto ha provocado que la empresa les obligue a firmar en el contrato un compromiso de que no se van a suicidar. Y de hecho, este año 11 personas ya se han quitado la vida en Foxconn.
¿Qué opinas, lector/a? Vivimos en una época en la que los empresarios se están dando cuenta de que su más importante capital es el capital humano, y de que la gestión y retención del talento se está convirtiendo en una parte fundamental de su estrategia… por eso es tan increíble que en el segundo país más poderoso del mundo se estén comentiendo tales barbaries.
Y lo más sorprendente es que Steve Jobs, presidente de Apple y cliente de Foxconn, ha salido a los medios a defender la legalidad y dignidad de las condiciones laborales de la fábrica.
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