Carteles como el de la foto, que nos amenazan con una multa por perder un resguardo, son tan frecuentes que casi nos pasan desapercibidos.

Efectivamente, cuando dejamos un coche en un garaje, es decir, en custodia, no nos preguntamos sobre el contrato comercial que se produce entre el aparcamiento y nosotros,  y pensando en el precio de la hora de estacionamiento olvidamos el anunciado cargo abusivo por la pérdida de un ticket  que debe coincidir con el control administrativo interno que tienen los garajes.

Si los garajes pueden controlar por sus medios (ahora la mayoría leen las matriculas) el tiempo de estancia del coche en el aparcamiento ¿Por qué nos siguen amenazando con una sanción que, relativamente, es muy elevada?

¿Qué pasaría si en vez de castigarnos, aprovecharan ese “momento de la verdad”, para facilitarnos la salida de la engorrosa situación de no encontrar algo,  y nos dieran a conocer la verdadera dimensión de calidad de servicio de la empresa?

Los resultados en la cabeza del usuario son obvios. El garaje pasa de ser verdugo a ser amigo y genera en el conductor una experiencia positiva que facilita la percepción de calidad en el servicio.

La primera opción queda reflejada en la foto, en un centro comercial de Pozuelo.  Conocí la segunda alternativa en el aparcamiento del Centro Comercial Aqua, de la calle Menorca, en Valencia. Perdí el ticket y en vez de encontrarme con una multa me alegró la respuesta del empleado de caja: no se preocupe, señor, dígame la matricula y yo le doy un ticket nuevo. Y así lo hizo, con una sonrisa.

Esta reseña es un reconocimiento de calidad de servicio que he recibido. Ojalá que esta práctica de calidad en la que el cliente pasa de ser víctima a ser huésped, se vaya extendiendo en empresas similares. Así, cuando tengamos un fallo,  en vez de encontrar un dedo acusador de 15 € nos hallaremos ante un aliado que nos ayude a resolver esa mala  situación.

“La pérdida del ticket será una oportunidad de conocernos mejor”