Hoy en día tenemos magníficos libros (El Elefante y la Pulga, Marca Personal y otros) que nos ilustran en relación al camino a emprender para desarrollar un proyecto personal y a la postre convertimos en lo que Charles Handy denomina una “pulga del sistema” y aquí convendremos en llamar un emprendedor, autónomo del sistema o un free lance.
Pero a mi juicio no se profundiza lo suficiente en los denominados atributos o cualidades del emprendedor o el autónomo. Son esos atributos los que hacen al emprendedor, autónomo o free lance diferente del resto, de los otros.
A mi entender sin esos atributos el autónomo, emprendedor o free lance no daría el paso que le lleva a ser tal cosa.
Me permito aportar, con toda la subjetividad que se quiera, cuáles son esos atributos. Identifico 11 atributos que a su vez agrupo en:
· Atributos fuente de ideas: inquietud, iniciativa, visión, intuición (olfato), curiosidad, percepción.
Estos atributos son los que impulsan al ser humano a crear. A ver oportunidades donde otros ven riesgos, a pergeñar una idea nueva e impulsora.
· Atributos de movimiento: rebeldía, independencia, sentido del riesgo, sentido de la necesidad, equilibrio emocional.
Estos atributos son lo que hacen que el ser humano salga de su zona de confort y se ponga en movimiento hacia la búsqueda de cosas nuevas.
La pregunta del millón, o mejor la respuesta, sería poder afirmar si con estos atributos se nace o se pueden aprender. Yo me atrevería a afirmar que se nace con ellos. Se tienen o no se tienen.
Estos 11 atributos, en su totalidad, aunque posiblemente no con la misma intensidad, están en los genes del emprendedor, del autónomo o de la pulga del sistema. Forman un todo.
Los sistemas educativos y los entornos familiares no son proclives a desarrollar estos atributos en las personas. Muy al contrario, son dados al orden, al método, al reglamento. Lo que puede llevar al riesgo de que estos atributos se adormezcan o incluso mueran.
Posiblemente por el hecho de que con estos atributos se nace, hay estudios que afirman que solo un 12% a 15% de las personas son capaces de desarrollar íntegramente un proyecto personal y llegar a alcanzar su logro y destacar.
Si repasásemos la historia de los grandes emprendedores, de aquellos que han creado algo importante, los mas recientes Bill Gates – Microsoft- y Steve Jobs – Apple- , observaríamos que no concluyeron sus estudios universitarios y no tienen master alguno. No es que esté abogando por no estudiar, ni mucho menos. Si se tiene una carrera o un master posiblemente nos ayude a ordenar nuestras ideas o a planificarlas mejor. A donde quiero ir a parar es que las carreras o los master no te hacen emprendedor o pulga del sistema. Los estudios reglados no impulsan y desarrollan el espíritu emprendedor y la creatividad. Impulsan a aprender a ordenar y administrar lo que ya existe, que es otra cosa diferente.
Tal vez, por el hecho de que los atributos de los emprendedores, autónomos o pulgas del sistema sea una cuestión de genes, la mayoría de las personas renuncia a su proyecto personal, a identificar sus verdaderas fortalezas y con ellas crear una actividad de la que hacer su profesión remunerada. Se conforma con seguir las líneas que les marca el sistema: estudia algo y sal al mercado a pedir trabajo y trata de emplearte aunque aquello que te ofrezcan te “cautive” poco.
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