Podemos afirmar que en 2009, unos 17 años  después de que Internet se hiciera accesible a la mayoría de las personas, esta tecnología de la información está lo suficientemente consolidada y probada, como para asegurar que ha cambiado el modelo de negocio de muchos sectores de actividad, y que seguirá haciéndolo de una manera profunda en esos sectores ya muy afectados y en otros.

Obviamente no se han cumplido todas las profecías que se hacían allí por el año 2004/2005, pero sí que después de la crisis de las punto com, en el 2.000, la tecnología de Internet ha tomado uno derroteros de mayor seriedad y consolidación.

En estos momentos los sectores de actividad: industria discográfica, industria cinematográfica, prensa (periódicos-revistas) y editoriales, están seriamente afectados. Los dos primeros ya han sufrido las consecuencias y las reacciones han sido muy desiguales.

La industria discográfica desangrándose lentamente, incapaz de articular un nuevo modelo de negocio, como industria como tal. En España totalmente a la defensiva y apantallada en la SGAE. La industria cinematográfica con reacciones tímidas, aplicando tecnología a sus producciones, pero tampoco sabe cómo enfrentar un modelo de negocio nuevo, que puede dejar a los distribuidores y en buen  parte de los productores fuera de juego. Ha habido reacciones tímidas por parta de las grandes productoras norteamericanas, capitaneadas por Steven Spielberg, en aras de poder realizar películas mediante hologramas, como reclamo para volver a atraer público a las salas,  pero de momento parece que esta idea no progresa.

En cuanto a los sectores de la prensa y de las editoriales, ahora empiezan a sentir en sus carnes el efecto de las tecnologías de Internet y empiezan a debatirse sobre cómo desarrollar un nuevo modelo de negocio, más los primeros que los segundos. Merece destacarse el caso del periódico El País, del grupo Prisa, que está haciendo un esfuerzo enorme de estar al menos en todos los canales nuevos (Internet, e-book, teléfono móvil). En cuanto a los grupos editoriales, en especial en el caso español, también parecen agazapados y no se atreven a tomar ninguna delantera ni ningún camino, esperando a ver qué pasa con el e-book. Señores el e-book crecerá en la medida que haya contenidos digitales, y si no los hay en castellano pues leeremos en inglés, que si los hay y muy abundantes.

Todo lo anterior viene a cuento a fin de hacer reflexionar a Vd. responsable de empresa, en concreto de Pyme. Se ha parado a pensar como y de qué manera la tecnología de Internet le está afectando a:
·    A su cadena de valor. Relación con los clientes, los proveedores, forma de producir distribuir.
·    A la organización de sus procesos. Cómo los procesos pueden transformarse y volverse más interrelacionados y eficientes
·    A la división del trabajo. A la propia organización de la empresa.

Es Vd. de los que piensa, bueno mejor dejar que hagan otros, y a ver qué pasa, y mientras tanto aguantamos el chaparrón, o por el contrario es de los que piensa que es mejor anticiparse, explorar nuevas posibilidades, ver como transformo el modelo del negocio y me apoyo de forma decisiva en las tecnologías de Internet para llegar a nuevos clientes, nuevos mercados, añadir nuevas funciones a los productos o servicios, mejorar mis procesos y la postre cambiar la forma de hacer empresa completamente. Si es de estos últimos mi enhorabuena, Vd. posiblemente está en el buen camino.