por wpengine | Ene 23, 2014 | Coaching
“Alex empezaba a hartarse de los comentarios poco respetuosos del Genio. Al fin y al cabo, se suponía que él era su Amo, y el Genio su siervo. Debía tratarle mejor. Pero aún no se atrevió a recriminarle nada. Prefirió no arriesgarse y se concentró en lo que realmente...