Necesitamos que nos quieran, que nos cuiden, que nos escuchen, que nos comprendan…también necesitamos querer, cuidar, escuchar, proteger, comprender… Pero no solo nos referimos al ámbito de las relaciones de pareja. Estamos convencidos de que San Valentín estaría de acuerdo en que cualquier persona que experimente estas sensaciones puede celebrarlo hoy, más allá de si siente mariposas en el estómago.
¿Y tú? ¿Cómo te sientes en tu trabajo? ¿Te sientes arropado, comprendido, apreciado? ¿Cuidas y quieres a tus compañeros?…

No es un asunto menor. Una de las interacciones a la que más importancia conceden los profesionales es la que se refiere a la relación con los compañeros.
Es una constante en todas las mediciones EX que hemos realizado: el 93% de los encuestados le da la máxima importancia y son, sin lugar a dudas, una de las principales fuentes de insatisfacción cuando estas relaciones no son buenas.
Es increíble pero la percepción de un buen puesto de trabajo puede cambiar radicalmente si no conectamos bien con las personas con las que nos relacionamos en él.
El filtro de las personas lo cambia todo.

Por ello, una de las mejores inversiones que puedes hacer en tu ámbito laboral es la de cuidar tus relaciones con los compañeros alimentándolas bien. Y recuerda que como con otras muchas cosas en la vida, todo comienza con dar primero: tratar con amabilidad, mostrar afecto y empatía, aceptar la influencia recíproca, reconocer el buen hacer de los demás, abrirse al diálogo, practicar el humor… Piensa más qué puedes hacer tú por los demás, que lo que los demás puedan hacer por ti.
Las mayores fuentes de felicidad vienen de preocuparse y ayudar a los demás, las grandes fuentes de infelicidad vienen de preocuparnos sólo de nosotros.

Y mantén en positivo tu “cuenta bancaria emocional” con la regla del 3 a 1: tres interacciones positivas por cada interacción negativa. Por cierto, no solo tu faceta profesional se verá beneficiada por cuidar las relaciones de tu entorno.
Durante décadas, la Universidad de Harvard ha estudiado los factores que influyen en la longevidad y en la calidad de vida de las personas. La conclusión es abrumadora: el factor que destaca, por encima de todos los demás, es la calidad y cantidad de las relaciones que se mantienen con otras personas.

¡Feliz San Valentín, felices relaciones!

Elena Méndez Díaz-Villabella
Dtora. red enEvolución