“Alex empezaba a hartarse de los comentarios poco respetuosos del Genio. Al fin y al cabo, se suponía que él era su Amo, y el Genio su siervo. Debía tratarle mejor. Pero aún no se atrevió a recriminarle nada. Prefirió no arriesgarse y se concentró en lo que realmente quería pedirle al Genio.
– Mi pasión es la música y quiero tener mi propio grupo de jazz ahora mismo. De hecho, quiero marcharme de viaje ya con mi grupo a Praga. Recuerdo que cuando estuve en esa preciosa ciudad había muchos locales donde tocaban jazz en directo, me encantó la atmósfera que se respiraba.
– Bueno, ¿Y a qué esperas para buscar a tus músicos?
– ¿Cómo? Se supone que tú eres el Genio. Y que tú me traerás aquí a mis músicos, para empezar a tocar desde este momento.
– ¡Buf! ¡Qué pereza, amigo! Ahora ponerse a buscar a músicos de jazz. Tú eres el que sabes qué tipo de compañeros quieres para tu gran aventura, ¿No? ¿Lo sabes o no?
Alex se estaba impacientando de verdad. ¿Se estaba burlando de él aquel Genio insolente? ¿Estaba evadiendo sus responsabilidades como Genio? ”
Este es un extracto del nuevo cuento motivacional “El Genio que no concedía deseos”, de la serie “Cuentos para adultos que quieren ser felices”. A todos nos gustaría tener un Genio maravilloso como Aladino, para pedirle todo lo que se nos resiste de nuestras metas profesionales y personales. Pero no nos damos cuenta de que cada uno de nosotros tenemos un Genio dentro, que puede lograr objetivos que ahora nos parecen imposibles. La clave es creer y empezar a pedir a ese Genio interior, activarlo y despertarlo.
Si quieres leer un avance de este relato, o leer los 11 Cuentos completos de la serie, puedes descargarlos de forma gratuita en la web http://www.execoach.es/portfolio-item/cuentos-cortos/
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